Este Arroz Frito no solo es una receta tradicional y fácil de preparar, también es muy versátil: se adapta fácilmente a casi cualquier tipo de proteína con independencia de si es animal o vegetal. Puedes sustituir el pollo por camarones, jamón o tofu, o seguir la receta tal y como está: ¡la elección es del cocinero y sus comensales! Te recomendamos usar nuestro Arroz Blanco Mahatma® para obtener mejores resultados.
Paso 1
Prepara el arroz de acuerdo a las instrucciones especificadas en el paquete. Es recomendable cocer el arroz y refrigerarlo durante la noche antes de sofreirlo junto a los demás ingredientes.
Paso 2
En un tazón pequeño, mezcla los dados de pollo cocido con el Jerez y la maicena. Calienta 2 cucharadas de aceite en un wok o sartén a fuego alto.
Paso 3
En el mismo wok, agrega la cebolla y el apio. Saltea durante unos 2 minutos, agitando la sartén para evitar que se doren los vegetales. Agrega 1 cucharada de salsa de soja y de 1 a 2 cucharadas de agua hirviendo. Reduce el fuego a medio, cubre y cocina al vapor por 1 minuto.
Paso 4
Agrega los champiñones, cubre y cocina hasta que estén tiernos. Esto tomará de 1 a 2 minutos. Retira las verduras y reserva. Reduce el fuego a medio y agrega otras 2 cucharadas de aceite. Cuando esté caliente, agrega el jengibre y el ajo, y saltéalos. Retíralos cuando estén ligeramente dorados. Agrega el pollo y fríelo por 2 minutos sin dejar de remover.
Paso 5
Finalmente, incorpora el arroz y los vegetales cocidos. Mezcla todos los ingredientes hasta que estén calientes. Si fuese necesario, puedes agregar más aceite. Junta el arroz y los demás ingredientes y haz una especie de pozo para cocer los huevos, removiendo constantemente. Mezcla los ingredientes nuevamente, sazona con salsa de soya y ya estás listo para disfrutar de tu Arroz Chow Fan.
¿Eres un fanático del arroz frito? Entonces esta receta es para ti. Lo mejor es que para cocinarla solo necesitas los ingredientes que generalmente se encuentran en tu despensa (y algunos extras). Además de contar con ingredientes fáciles de conseguir, este platillo asiático es fácil de preparar y está listo en menos tiempo del que esperas. Así, es el plato perfecto para un almuerzo rápido o una cena diferente para romper con la rutina. Puede que tengas que correr a la tienda por un poco de Jerez Seco, pero podemos asegurarte que por el toque que da a la receta, vale la pena.
Este Chow Fan está cargado de verduras salteadas. Cebolla picada, apio y champiñones, son algunas de ellas. Los huevos batidos y los daditos de pechuga de pollo aportan una riquísima dosis de proteína a este plato. Sofríe todos los ingredientes con un poco de raíz fresca de jengibre, ajo picante y salsa de soya (al gusto) para conseguir los sabores auténticos de la gastronomía asiática – sí, esos sabores que conoces, amas, y siempre quieres saborear de nuevo. ¿Alguien quiere arroz frito para cenar?
Sabemos que el Chow Fan con Pollo se convertirá en una de tus recetas favoritas. Afortunadamente, es muy fácil de reinventar. Agrega ingredientes crujientes como las castañas de agua para explorar nuevas texturas. Si quieres añadir un toque de frescura, prueba una auténtica maravilla oriental como lo son los brotes de frijol mungo.
¿Buscas un plato vegetariano? Solo tienes que cambiar el pollo por tofu frito o tu sustituto favorito de proteína vegetal.
¿Tienes una olla arrocera Aroma® y te gustaría utilizarla? ¡Fácil! Prepara la base de arroz para este plato agregando las medidas de arroz blanco y agua en la olla arrocera. Presiona el interruptor de cocción y ajústalo a arroz blanco. Cuando la olla emita un pitido, apaga la olla, reserva el arroz y continúa con los demás pasos de la receta.
Ahora que sabes qué primer plato vas a servir en tu próxima cena oriental, es momento que discutamos con qué delicioso postre cerraremos la velada. Puede que algo tan ligero y pero sabroso como estas Bolitas de Chocolate Oscuro con Arroz Jazmín y Quinoa sea la receta que estás buscando. Son muy sencillas de preparar y puedes servirlas como dosis individuales. Esto es especialmente útil si el plato principal no deja mucho espacio para el postre.