Esta ensalada de arroz y pollo con sabores marroquíes se convertirá rápidamente en una de tus favoritas. Consigue un delicioso sabor extra a tus comidas con esta combinación de pasta harissa picante, azafrán dulce, hierbas y nuestro fragante arroz basmati.
Paso 1
Prepare el arroz según las instrucciones del paquete junto con la pasta de harissa y las hebras de azafrán. Enfríe el resultado ligeramente.
Paso 2
Para preparar la vinagreta, bata en un bowl el aceite de oliva, la ralladura de limón, el zumo de limón, el ajo, la sal, la pimienta negra, el comino, la canela, el perejil y la menta; reserve.
Paso 3
A continuación, mezcle en un bowl grande el arroz, el pollo, el hinojo y la vinagreta, y añada finalmente los chícharos, las aceitunas, las pasas y los piñones.
Puedes servirlo tanto caliente como frío.
Añade granos de granada para darle un toque dulce al plato.
La harissa es una salsa muy picante elaborada con pimiento, toques de ajo y limón. Además de ser popular en el norte de África y en la cocina de Oriente Medio, esta salsa picante es muy versátil: puedes rociarla sobre las verduras, hornearla con huevos o servirla junto a la carne. Para conseguir una versión más cremosa, mezcla la harissa con yogur.
¿Te encantan los sabores marroquíes? Deja que el aroma de sus especias inunde tu casa. Prepara esta ensalada marroquí de arroz salvaje con zanahorias asadas, almendras tostadas y especias aromáticas: canela, comino y cúrcuma. Este arroz con queso feta al horno elaborado con tomates jugosos, queso feta cremoso y huevos escalfados es perfecto tanto para el desayuno como para el almuerzo o la cena. O prueba una receta tradicional iraní: en este Tahdig de azafrán y yogur los granos se cocinan con aceite y mantequilla, creando un arroz irresistiblemente crujiente.
El limón es un ingrediente muy común en la cocina marroquí; los toques cítricos resaltan el sabor floral del azafrán en platos salados. Para sustituir el limón, puedes utilizar la misma cantidad de zumo de lima, vino blanco seco o zumo de naranja. El vinagre blanco, concretamente el vinagre de vino blanco, también puede usarse como sustituto. Solo tendrás que añadir la mitad de la cantidad que indica la receta. ¿Te falta algo más? Echa un vistazo a otras sustituciones de ingredientes.
Consejo de preparación: si la cáscara está bien sellada, puede conservarse en la nevera durante un par de semanas o en el congelador durante meses.