Nuestro curry verde de pollo se prepara con una gran variedad de ingredientes aromáticos frescos, que van desde cilantro recién picado hasta Arroz Jazmín Mahatma®. ¡El toque picante final te encantará!
Paso 1
Comience sazonando el pollo con 1/4 cucharadita de sal y pimienta. Después, caliente el aceite a fuego medio-alto en un horno holandés o en un sartén profundo y cocine el pollo, dándole la vuelta de vez en cuando, durante un tiempo total de entre 6 y 10 minutos, o hasta que la carne se dore por completo. Cuando esto ocurra, transfiérala a un plato y reserve.
Paso 2
A continuación, reduzca el fuego a temperatura media y cocine la cebolla y el ajo durante 3 o 5 minutos, o hasta que la cebolla se ablande. Agregue entonces la pasta de curry, el curry en polvo y la cúrcuma, y cocine de nuevo durante 1 o 2 minutos, o hasta que se hayan integrado todos los ingredientes.
Paso 3
Después, añada el caldo de pollo, la leche de coco, los tomates y la sal restante, y caliéntelo todo junto a fuego lento hasta llevarlo a ebullición. Cuando comience a hervir, añada el arroz y el pollo, cubra la olla y reduzca el fuego a temperatura baja. Cocine durante un tiempo de entre 15 y 20 minutos, o hasta que el arroz esté tierno, el pollo esté bien cocido y el termómetro de lectura instantánea marque 165ºF al insertarlo en el centro del muslo de pollo.
Paso 4
Por último, agregue las espinacas y el jugo de lima y cocine durante 2 o 3 minutos, o hasta que las espinacas se ablanden. Sirva el resultado adornándolo con cilantro.
Si quieres también puedes usar pasta de curry rojo o amarillo.
Para preparar un plato vegano, sustituye el pollo por garbanzos enlatados o tofu, y el caldo de pollo por caldo de verduras.
El curry es un plato típico de la cocina tailandesa en el que los priman los sabores de las hierbas frescas y las hojas aromáticas sobre las especias. La mayoría de los currys, además, deben su nombre al color de su plato y los distintos ingredientes que lo componen: el verde tiene chiles verdes y hierbas, el amarillo tiene cúrcuma y curry seco, y en el rojo se utiliza ají rojo seco. Por supuesto, estas elaboraciones ponen el broche final de la receta. Aunque los ingredientes y las especias varían según el tipo de curry, el ingrediente común a todos ellos es el arroz jazmín. No solo tiene un aroma característico único, sino que también absorbe el resto de los sabores del plato.
Aunque puedes personalizar tu curry de muchas formas, existen algunos ingredientes clave en la receta. Por ejemplo, para obtener un sabor y una consistencia óptimos, es recomendable que añadas leche de coco. Además, también puedes cambiar el caldo de pollo por caldo de verdura, aunque tienes que tener en cuenta que el sabor será un poco menos potente. ¿Qué más modificaciones puedes hacer?
Proteína: los muslos del pollo son ideales para preparar esta receta, ya que al asarse a fuego lento no se secan y absorben los sabores de la salsa. Si prefieres utilizar pechugas de pollo, colócalas en la olla cuando la salsa esté hirviendo, y deja que se cocinen a fuego lento durante 5 minutos.
Verduras: crea un curry colorido: algunos de los vegetales más utilizados son las zanahorias, la coliflor, la calabaza o las batatas. Si además tienes un par de berenjenas japonesas, ¡no dudes en añadirlas! Estos vegetales dulces y esponjosos japoneses combinan a la perfección con el curry. También puedes conseguir un color verde extra agregando calabacín, brócoli, espárragos o guisantes.
Picante: el color del curry se consigue con las especias y los chiles verdes suaves; sin embargo, en el curry también se utilizan chiles tailandeses picantes, que no son aptos para los que no soportan el picante. Aunque, si preparas tu propia pasta de curry verde podrás elegir la intensidad del picante, ¡asi que escoge muy bien los ingredientes con los que lo elaboras y añade la cantidad justa de especias que desees!
Hierbas y especias: las hojas de lima kafir son similares a la hierba de limón y realzan la combinación de sabores cítricos y terrosos del curry. El cilantro y la albahaca también son hierbas que complementan este plato. En esta receta se utiliza albahaca tailandesa en lugar de albahaca dulce, para añadir un sabor más potente y picante que se asemeja al del regaliz. Además, nuestro curry verde tiene un tono más amarillo que el resto, ya que en él se utilizan cúrcuma (tradicionalmente empleada en el curry amarillo) y pasta de curry verde.
¡Deja sitio para el postre! Un dulce tailandés pondrá el broche final a tu comida. Puedes preparar, por ejemplo, un Arroz con mango: este postre cremoso pero ligero es uno de los favoritos de los tailandeses.